Microrrelato
LA OFICINA RECOLECTORA DE LOS SUEÑOS BONITOS (MICRORRELATO)
Llevaba más de una hora esperando en aquella cola interminable cuando el portero de magnífico traje inmaculadamente blanco y gorra entorchada y ostentosa como las de los generales de algunos países bananeros dijo en un tono cansino: —Que pase el siguiente. —Soy yo —dije sonriéndole contento, simpático, animoso. Entré en