
CANTABA CARLOS GARDEL Y YO BAILABA CON UN GATO DE ESCAYOLA(MICRORRELATO)
Hoy, con el corazón roto y mi alma de luto, me encuentro escuchando al inmortal Carlos Gradel: “Cuantas veces tiritando los dos junto a la vidriera me decías suspirando: Ay, amor si vos pudieras…” También tú me pediste, Lorenza, los dos situados delante de la cartelera que anunciaba una gala