ELLA ERA INFIEL SOLO CON LA MIRADA (MICRORRELATO)
Se veían todas las mañanas. Ella caminando en una dirección, y él en la contraria. Al encontrarse de frente cruzaban siempre una mirada fugaz, intensa, sin detenerse nunca a hablar. Él la amaba, y a ella, él no le era indiferente. Ella estaba casada, él era soltero.
Finalmente, una mañana, él se paró delante de ella y, obligándola a detenerse, le dijo con voz vibrante de pasión:
—Mujer, aunque yo no te lo haya dicho con palabras, tú sabes que yo te amo con locura. Que nadie te amará jamás con la devastadora fuerza con que te amo yo.
—Hombre, tú sabes, sin habértelo dicho yo, que nunca le seré infiel a mi marido. Lo siento por ti y por mí —ella con sinceridad y también firmeza inquebrantables.
Él no volvió a intentarlo ninguna vez más. Y envidió al marido de ella como nunca había envidiado a ningún otro hombre. Lo envidió por la inmensa suerte de haberse casado con una mujer que, aun no amándole, jamás lo traicionaría.
Y un día dejaron de verse. Para no sufrir por un amor imposible, ella había buscado un nuevo empleo, y él también. Pero la distancia que interpusieron entre ambos, no sirvió para que dejasen de pensar el uno en el otro
(Copyright Andrés Fornells)
