UNA GOTA DE HUMOR (CXXXV) MICRORRELATO)


Sebastián era viajante de marroquinería de lujo. Su ambición, que no el amor, lo había impulsado a casarse con la hija de su jefe. Ella se llamaba Lidia. Se creía muy bella y se gastaba en ropa todo el dinero que, con zalamerías le sacaba a su acaudalado y consentidor
Hasta que no llegó a su avanzada adolescencia, Patricia no demostró interés alguno por conocer la clase de relación que, entre ellos, mantenían sus padres. Con ella habían cumplido siempre su obligación de vestirla, alimentarla y cuidarla durante las escasas veces que estuvo enferma. Nada tenía que reprocharles. Pero cierta
Madre e hijo se encontraban paseando por un parque. Ella era joven y hermosa. Él era un niño de corta edad. Por no poner la debida atención de donde ponía sus pies, tropezaba de vez en cuando con una piedra o un arbusto. La mano protectora materna lo salvaba de
El escultor estadounidense Chauncey Bradley Ives nació en 1810 en Hamden, Connecticut. Trabajó principalmente en el estilo neo-clásico, estilo que estaba entonces en pleno auge, y llegó a ser uno de los más grandes escultores norteamericanos. A sus 16 años entró como aprendiz del famoso escultor danés Rodolphus Northrop. En