AMARGA QUEJA DE UN ENAMORADO (MICRORRELATO)

Nada me consuela. Ni la caricia del aire. Ni el generoso calor del sol. Ni el embriagante perfume de las flores. Ni el romanticismo de una canción de amor. Ni el recordar momentos felices contigo.

Te alojé en el lugar más selecto de mi corazón. Te supliqué mil veces que me esperaras, que pronto me reuniría contigo. Y cuando por fin, libre de mis cadenas vine a por ti, habías cometido ya la traición de huir con otro. No me consuela pensar que no eres digna de que yo lo dejara todo por ti. Nada nos consuela de las pérdidas maravillosas. Nada reemplaza a lo irreemplazable. Mi corazón nunca volverá a ser el que fue antes de que tú lo rompieras. No te guardo rencor. Ojalá seas en la vida todo lo feliz que yo no he podido ser. Pero no te confíes. No te confíes porque existe un dios que castiga las traiciones y a los traidores.

(Copyright Andrés Fornells)