
1.3 La propuesta de Amadeo
Una noche, un hombre sudoroso y desaliñado se acercó a mí cuando yo, todavía sentado delante del piano me disponía a disfrutar de mi cuarto de hora de descanso. Vestía un traje mal hecho, arrugado y algo sucio. Llevaba del brazo a una acompañante femenina de curvas exageradas. Cuando lo