ELLA DEJÓ DOS "VIUDOS" (MICRORRELATO)

ELLA DEJÓ DOS VIUDOS 2147518625(Copyright Andrés Fornells)

Pedro Mendrago estuvo más de una hora esperando en la calle, metido dentro de su coche donde terminó fatal de los nervios, amargado y desesperado. Durante este tiempo tan angustioso y torturadoramente eternizado, llamó por lo menos un centenar de veces al teléfono móvil de Telesfora Tortosa y le envió otro número parecido de mensajes, preguntándole por qué no bajaba de una maldita vez a la calle a reunirse con él.
Finalmente, Pedro Mendrago se marchó convencido de que ella, en el último momento, se había arrepentido del decisivo paso que habían acordado: escapar juntos.
La verdad era muy otra, Telesfora Tortosa no se había arrepentido de nada ni cambiado tampoco su propósito. Lo que a ella le sucedió fue que, en la cocina, por lo muy nerviosa que estaba, se le cayó el contenido de un vaso de agua que pretendía beber, pisó el líquido con tan mala fortuna que resbaló y se mató al dar su cabeza contra la mesa de formica, quedando tendida al lado de la enorme maleta que tenía preparada.
Durante el entierro y mucho antes también, Pedro Mendrago lloró por Telesfora Tortosa y se avergonzó de todo lo que había despotricado contra ella y de la infinita cantidad de veces que le dijo, al recién convertido en viudo, Rafael Peláez, que no tenía ni la más remota sospecha de porque su mujer, considerando que había metido dentro de su maleta la mejor ropa que poseía y asimismo algunos objetos de valor, pensaba fugarse con alguien. Así que el pobre cornudo nunca supo que además de él, también Pedro Mendrago estrenaba viudedad.