CONSEJO BONACHÓN (PÍLDORAS FILOSÓFICAS)
CONSEJO BONACHÓN
No es bueno para ti y tampoco lo es para los que te conocen, que te tomes la vida tan en serio que no seas capaz, de vez en cuando, de reírte de ti mismo.
CONSEJO BONACHÓN
No es bueno para ti y tampoco lo es para los que te conocen, que te tomes la vida tan en serio que no seas capaz, de vez en cuando, de reírte de ti mismo.
Américo Banana había nacido en la tierra de los toros bravos. Una noche de discoteca, Américo conoció a una chica inglesa que se llamaba Godiva. Godiva y Américo disfrutaron tanto bailando pegados, que consideraron sería un auténtico gozo, para ambos, conocerse íntimamente. Fueron al desordenado apartamento de él y en
No quiero salir a la calle. No quiero ver nada ni a nadie. Ni que nadie me vea. Aquí, encerrado en el dormitorio, la sigo teniendo. Sigo percibiendo su perfume, escuchado su amada voz, sintiendo su presencia a mi alrededor. Escucho su andar ligero, su caminar de pasos suaves, elegantes.
Los Panchos es un grupo de músicos que podríamos llamar eternos. Sé que se han renovado varias veces, pero lo han hecho tan bien que siempre parecen ser los mismos. Me estoy refiriendo a ellos porque hace un momento he escuchado por la radio una canción suya que me cantaba
Para demostrar hasta que elevado punto me gustaba Evita, diré que me gustaba incluso más que las riquísimas tartas de fresa y nata que elaboraba mi diligente madre para cumpleaños y otras fiestas señaladas. Lo muy malo para mí, era que Evita fijaba sus preciosos ojos verdes en chicos que