ESE PRODIGIO QUE LLAMAMOS TERNURA (VIVENCIAS MÍAS)
En mi cuartito de trabajo tengo un puñado de libros, mi ordenador, algunas fotografías de mi familia y otras donde yo, envalentonado de juventud, me exhibo montado en un caballo, en un elefante o en un camello. También tengo un sillón viejo, baqueteado, que el tiempo ha amoldado a mi