ELLA ME DIJO ADIÓS (MICRORRELATO)
Cuando la vi salir del dormitorio
cargada con su maleta y, con un hilo de voz,
decirme: “Adiós, que seas muy feliz”,
sentí partirse una parte de mi corazón.
Pero hasta la mañana siguiente, al despertar en la cama
sin tenerla a mi lado
no reconocí que sufriría su ausencia
el resto de mi vida, y entonces
fue cuando el corazón
se me partió ya del todo.