ATENTADO DE AMOR (Microrrelato)
ATENTADO DE AMOR
No sé si fue un capricho por tu parte o una necesidad que te surgió. Lo cierto es que te propusiste matarme de amor y yo, locamente enamorada, me sometí a tu voluntad disponiéndome a ser sacrificada por ti.
Pero el amor no es una ecuación matemática exacta. Y a menudo, la dirección que toma es tan imprevisible como la del viento que mueve una veleta.
El amor tiene sus propias, inexorables leyes y decisiones y, al final, el que murió de amor (ironías de la vida) fuiste tú y no yo.
Hoy, pasado mucho tiempo desde entonces, me han contado que lloras por haber dejado escapar el gran amor de tu vida. Hoy lloras por mí, y yo no me alegro porque cuando una es feliz no piensa en míseras venganzas.