UNA VEZ MÁS EL GENIAL QUINO
El abuelo Cosme era un hombre muy arraigado a las tradiciones que le habían inculcado en su niñez. Al abuelo Cosme le removía las tripas observar que el ayuntamiento de su ciudad en vez de las luces con motivos navideños, que él había conocido toda su vida, y que eran
Amadeo Mangacorta era un chico normal en todos los sentidos. Iba al instituto, estudiaba lo mínimo para aprobar y le gustaba jugar al futbol, deporte en el que destacaba poco pues lo tenían de suplente y bastantes partidos se quedaba sin haber jugado ni un solo minuto. Esto no lo
Era un niño soñador, fantasioso, distraído. Sus preocupados padres decían de él: —Este hijo nuestro no se concentra. Está siempre ausente, ensimismado, fuera de la realidad. —Es de temer que no hará nada en la vida. Que fracasará en todo aquello que emprenda, si es que termina emprendiendo algo. Dios
Un docente de lengua española se encontró en la calle con otro profesor al que conocía de haber trabajado ambos en la misma universidad. Llevaban bastante tiempo sin verse y les alegró mucho este encuentro. —¿Cómo te va, colega? —Bien. Sigo ganado la misma miseria de siempre. —También yo. Quizás