Abbá Deb bashmaia jit cuaddás semác. Teté malcutác. Nehbe tzevianac aicanna deb bashmania afbarja. Hab lán lahma desúncuanan iaomana. Usheboc lán hobénan bacta hain aicanna daf knan ahbócuan lehaj jabénan, bela ta elínnan lenisjón ela patzan min bisha. Metol dilakie malcuta bahaila batesh bucta leahlam almin, amein. Padre nuestro que
Ella me igualaba el deseo, y yo creía que no. Ella rodeó mi cuello con sus tiernos brazos y me besó nada más salimos de la cafetería. A mí se me silenciaron los desagradables ruidos del tráfico, desapareció de repente el resto del mundo, y sólo pude escuchar lo fuerte
El príncipe de Egipto, hijo primogénito del rey de uno de los imperios más importantes de Oriente, se alzó en armas contra su padre. Era un joven, hermoso, sabio y justo. Los innumerables súbditos descontentos, empobrecidos y maltratados por su progenitor, le siguieron incondicionalmente. Y durante semanas mantuvieron durísimas, terriblemente
Lorena y Jacinto se vieron de pronto en mitad del estruendoso bullicio de la feria y, a pesar de los muchos años transcurridos, se reconocieron inmediatamente. Ella iba con Manuel, su marido, y él con Marisa, su esposa. Sin importarles la presencia de sus respectivos cónyuges, inmódicamente corrieron el uno