EL CUADRO MALDITO (RELATO DE TERROR)
EL CUADRO MALDITO
(Copyright Andrés Fornells)
Esta historia, tal como me la contaron, la cuento. Asensio Perales creía haber encontrado el chollo de su vida con una pequeña casa de campo que compró baratísima. Y mantuvo este convencimiento hasta la primera noche que pasó en ella y puertas y ventanas comenzaron a abrirse y a cerrarse solas, y las luces a encenderse y apagarse sin darle nadie a los interruptores.
Por si todo esto fuera poco, Asensio Perales vio que el cuadro representando a un ángel que colgaba de la pared clavaba en él sus ojos y esos ojos no solo enrojecían como si tuvieran fuego dentro, sino que además lo miraban con un odio vesánico.
Muerto de miedo, Asensio Perales salió corriendo hasta la casa del vecino más cercano y, con no poco apuro, temiendo que pudiera tomarlo por loco, le contó los aterradores hechos que acababa de vivir.
—Esa casa está embrujada —le explicó el vecino, un hombre tan jorobado que parecía un explorador con mochila a cuestas—. La construyó un hombre que enloqueció y mató a su mujer y a su mamá política. Al parecer el espíritu de ese asesino se quedó viviendo en la casa y asusta a todo el que pretende vivir en ella, hasta conseguir que se vaya.
—¡Dios Santo!, ¿y qué puedo hacer yo ahora? No tengo a dónde ir. Gasté todo mi dinero comprando esa vivienda.
—Le aconsejo que se traiga a un buen exorcista, que es el único que puede ayudarle en este endemoniado asunto.
El exorcista descubrió que el espíritu del sanguinario asesino se había refugiado en el cuadro con el ángel. El exorcista se llevó el cuadro y lo tiró al río. Asensio Perales nunca más sufrió los extraños fenómenos que tanto lo habían aterrado. El que los sufrió en el futuro fue el exorcista que, a consecuencia de ello, terminó en un manicomio.
Acabo de regalarle a mi suegra, en demostración de afecto de un yerno cariñoso y ejemplar, un cuadro con un ángel. Lo hago con la esperanza de que sea el mismo cuadro que aquel exorcista arrojó al libro.