ESCARMIENTO (HISTORIAS DEL SIGLO PASADO) -MICRORRELATO-
El señor Conrado Vueltas abandonó el pequeño gabinete donde había permanecido leyendo durante un par de horas, y entró en el salón donde su mujer se hallaba planchando una de sus camisas. La mujer dejó de pensar en el vestido que planeaba comprarse para asistir a la boda de su amiga Engracia, levantó la cabeza y dirigió la mirada hacia su marido. La expresión de su rostro, tanto como el tono de la voz de su consorte le descubrieron, mucho antes de que él ladrara, lo furiosísimo que estaba:
—¿Dónde está ese demonio de hijo nuestro?
Su esposa, sin perder la calma que él tanto admiraba y tan poco practicaba, respondió con su buena dicción de ex alumna de internado de señoritas de familias acomodadas:
—En el patio estaba hace un momento, haciendo volar un avioncito de papel.
—Maldita sea, me va a oír.
Con las manos cerradas y el el cuerpo inclinado hacia adelante como si se creyese un toro a punto de embestir, el hombre abandonó la estancia, localizó al chiquillo entretenido metiendo un palito dentro de un nido de hormigas y le gritó en tono muy amenazador:
—¿Dónde está el avioncito de papel que te hiciste, condenado?
—No lo sé papá. Vino una ráfaga de viento y se lo llevó —explicó el niño empezando a sentir temblores de miedo.
Un miedo por completo justificado.
Cuando su padre le dejó con el culo bien colorado, el muchachito tuvo bien claro que jamás se le volvería a ocurrir hacer aviones de papel con la última página de un libro, dejando con esta acción a su padre sin conocer el final de la historia que había estado leyendo durante varios días y que sumaba más de seiscientas páginas.