TE QUISE, TE QUIERO Y TE QUERRÉ SIEMPRE (RELATO)

TE QUISE, TE QUIERO Y TE QUERRÉ SIEMPRE (RELATO)

El escenario en el que ocurrió lo que voy a contar a continuación era perfecto para lo que iba a acontecer. Una terraza adornada con jardineras llenas de flores. Una brisa suave y perfumada. Los dos solos allí. Encima de nosotros, la noche cómplice desde siempre para la transmisión de sentimientos.

Frente a nosotros el mar depositaba, susurrante, sobre la dorada arena de la playa historias antiguas y lejanas. Una luna de plata trazaba sobre el ondulante azul del agua un camino de diamantes. Embriagaba nuestros oídos una melodía romántica.

Uno delante del otro, mutuamente cogida la cintura del otro con manos acariciantes, y mirándonos los dos como si no existiese en el mundo nada más hermoso que nosotros contemplándonos fascinados, yo le dije temblorosa de emoción la voz que mi amor por ella era resplandeciente y eterno como ese camino en el mar que teníamos cercano.

Y ella me respondió que su amor por mí era tan imperecedero como la luna que nos alumbraba y juntaba nuestras sombras unidas.

Nos besamos y fue tan delicioso este contacto que por unos segundos se nos esfumó la realidad y vagamos convertidos en amoroso éter por los dorados prados de la felicidad. Cuando regresamos y fuimos de nuevo nosotros, le dije:

—Te quise nada más verte, te quiero y te querré siempre, eternamente.

—Eso mismo me ocurrió a mí contigo. Te quiero y te querré siempre, eternamente.

Ese amor nuestro que creímos indestructible, imperecedero, duró menos de un año. No nos quisimos siempre ni tampoco eternamente.

Posiblemente, los dos fuimos sinceros cuando lo dijimos, pero nuestra valoración sobre lo duradero fue terriblemente breve y errónea.

No hay inocentes en esta bonita historia que estoy contando: de su triste final fuimos culpables los dos. Nunca sabré, porque jamás volví a verla, si ella se dio cuenta con el paso del tiempo, de lo mismo que me di cuenta yo, de que nunca volvimos a ser capaces de amar a nadie tan intensa y maravillosamente como durante casi un año, nos amamos notros dos.

Creo que, con frecuencia, el amor se venga de aquellos que no han sabido usarlo bien.

(Copyright Andrés Fornells)

Read more