relato
CUANDO DESCUBRES A UN HIJO DE 10 AÑOS FUMANDO (RELATO)
Mi mujer entró en el cuartucho que pomposamente llamábamos mi despacho, y me comunicó empleando un tono de voz indignado, a juego con la expresión de su cara de porcelana de Sèvres: —Acabo de dejar a Alfonsito en el colegio. Aparte mis ojos, que están muy lejos de ser tan