SU AVIÓN ESTÁ LISTO, SEÑOR PRESIDENTE Y COLABORADORES (MICRORRELATO)
Ciudadanos de un conocido país de Europa estuvieron reuniendo los afiches, carteles, pegatinas y demás publicidad que había repartido por todas partes el partido político que gobernaba y había estado durante su mandato explotando, engañando y arruinado a todos ellos, al tiempo que este partido convertía en superricos a sus miembros, familiares y amigos.
Al presidente despótico y derrochador de esa nación le apasionaba volar en un falcón que había convertido en su palacio particular donde no faltaba ningún tipo de exóticos, extravagantes y carísimos lujos que podía permitirse gracias a los altísimos impuestos con los que arruinaba a los desdichados, exhaustos y esquilmados ciudadanos.
Desde el poder, todos los sinvergüenzas mangantes que lo componían, se preguntaban, intrigados, qué misteriosa intención albergaba la recogida de toda aquella propaganda por parte de la ciudadanía sometida.
Finalmente, lo supieron cuando los ciudadanos construyeron con toda aquel despliegue de propaganda electoral un avión de enormes dimensiones, colocaron en él dos potentes motores, y para que no se sintiera solo el presidente tirano embarcaron con él a todos cuantos le habían ayudado a esclavizar y matar de agotamiento y hambre al pueblo llano.
Cuando no quedaba ya ninguno en tierra merecedor de compartir su suerte, elevaron en el aire el colosal aparato y, una vez estuvo bien arriba detuvieron por control remoto los motores y dejaron a los dirigentes corruptos, perversos y despiadados a merced del dios Eolo.
No se volvió a saber de ellos. Corrieron rumores de que habían ido a parar a un planeta desconocido y estaban sometiendo a otro desdichado pueblo a las mismas maldades que a los terrícolas.
Estos rumores terminaron apagándose muy pronto, pues quienes los escuchaban se desternillaban de risa igual que cuando escuchaban un chiste muy divertido.