BRINDO POR LOS PRESENTES Y POR LOS AUSENTES (MICRORRELATO)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Si no acostumbras hacerlo, esta noche tienes un buen motivo para abrir de par en par las sentimentales puertas de tu generosidad y brindar de viva voz, o con el pensamiento, por tu amor a los presentes y por tu amor a los ausentes. Y embriágate quizás menos con vino y más con besos, porque el vino llena de regocijo la cabeza, mientras los besos llenan de júbilo el corazón.
Y quien no tenga cerca a nadie en carne y hueso (e incluso aunque lo tenga) seguro que posee una fotografía entrañable que puede acariciar con sus labios y musitar un sentido: ¡Te quiero!