LOS BESOS DE SUSAN LO PONÍAN EN PELIGRO DE DESNUTRICIÓN (MICRORRELATO)

—Albertito, nunca me contaste por que rompiste con la hermosa Susan. ¿Por qué no me lo cuentas ahora?
—Tino, es que si te lo cuento te vas a burlar de mí, y eso no me va a gustar.
—Venga, hombre. Prometo que no me voy a burlar de ti. Te escucho.
—Vale, te lo cuento. Verás, rompí con Susan por motivos de salud. Eran tan deliciosos los besos de Susan que para no perder el divino sabor que dejaban en mi boca, yo llegaba a casa y durante horas no quería comer nada.
Tino no se rio. Tino era uno de esos temerarios dispuesto a todo por conocer experiencias nuevas. Le pidió a Albertito el número del teléfono de Susan. Y en cuanto lo tuvo, sin perder tiempo en despedidas marchó a la calle y, llegado a ella, llamó inmediatamente a Susan, todo su cuerpo vibrante de excitación. Lo de la desnutrición, si le sucedía, la combatiría con los excelentes guisos de su madre que , de buen seguro superaba el delicioso de los besos de Susana..