LIBERTAD ABSOLUTA PARA MERCEDITAS (MICRORRELATO)
LIBERTAD ABSOLUTA PARA MERCEDITAS
La señora Eugenia era una persona convencida de que a los hijos se les debe dar plena libertad para que ellos busquen su dicha del modo que ellos crean van a encontrarla. Sobre Merceditas, su hija, nunca se preocupó con quien saliera ella ni lo que hiciese, y defendía su proceder diciendo:
—Nadie puede ser feliz sino es absolutamente libre de salir con quien le parezca, y los padres no tenemos derecho alguno a inmiscuirnos en su vida y mucho menos en sus decisiones.
Aprovechando este albedrío materno, Merceditas mantenía relaciones con hombres que causaban sorpresa a las personas que son todavía capaces de sorprenderse. Hombres que tenían en su pelo más colores que el arco iris, hombres que tenían piercings y tatuajes hasta en el documento de identidad y hombres que le había declarado la guerra a la higiene. Un día la señora Eugenia se dio cuenta de que su Merceditas estaba cada día más esquelética y palia mientras que el amante gótico que se había echado estaba cada día más sonrosado de cara y más hermoso.
La señora Eugenia amaba a su hija, tanto o más que cualquier madre pueda amar a la suya. Un día se dio cuenta de que Merceditas tenía dos agujeritos en el cuello y su novio gótico los dientes incisivos muy grandes y puntiagudos y, sin dudarlo un instante, le clavó una estaca en el corazón.