JAPÓN, MI AMOR (MENSAJE ANTIGUO)

JAPÓN, MI AMOR (MENSAJE ANTIGUO)

JAPÓN, MI AMOR (MENSAJE ANTIGUO)

(Copyright Andrés Fornells)

Ayer tarde me llamó desde Tokio mi adorable amiga Koshiko. Estuvimos conversando sobre nuestro grato encuentro de hace dos años en su maravillosa ciudad, y después empezamos a hablar de política y yo le pregunté que opinaba de su nuevo presidente.

—Bueno, echa unos discursos soporíferos, pero todos esperamos de él que cumpla las promesas hechas durante la campaña electoral y mejore considerablemente la maltrecha economía de nuestro país. Parece un hombre serio y honrado. En realidad, casi todos los presidentes lo parecen cuando inician su mandato.

—Creo haber leído en alguna parte que la señora de vuestro nuevo presidente fue actriz y escribe libros de cocina y de jardinería.

—Su señora, es una firme creyente del espiritualismo y confiesa haber sido abducida por un ovni, haber viajado su alma en un platillo volante hasta Venus, haber conocido en otra vida a Tom Crusoe, y espera hacer con él una película. ¿Qué te parece, Andrés? —quiso saber Koshiko mi opinión, reprimiendo a duras penas la hilaridad.

Y yo le respondí, sincero:

—Tenéis mucha suerte los ciudadanos de tu país, Koshiko. Todo lo que me has contado resulta bastante más creíble que las principales cosas que revelan de ellos los presidentes y sus señoras de otros muchos países. Felicidades.

Ahora sí que Koshiko no pudo contener más tiempo la risa reprimida y su jocoso sonido alegró mi corazón de hombre occidental escasamente refinado.