HISTORIA DEL ÁRBOL DE NAVIDAD (CURIOSIDADES)

PAZ, SALUD Y AMISTAD PARA TODOS
(Copyright Andrés Fornells)
Se sabe que pueblos muy primitivos introducían en sus chozas las plantas de hojas perennes y flores, viendo en ellas un significado mágico o religioso. Más adelante los griegos y los romanos decoraban sus casas con hiedra. Los celtas y los escandinavos preferían el muérdago y muchas otras plantas de hoja perenne (como el acebo, el rusco, el laurel y las ramas de pino o de abeto) atribuyéndole poderes mágicos y medicinales para curar ciertas enfermedades.
Se tiene conocimiento de árboles adornados y venerados por los druidas de Centro-Europa. Se celebraba el cumpleaños de Frey (dios del Sol y la fertilidad) adornando un árbol perenne, cerca de la fecha de la Navidad cristiana. El árbol tenía el nombre de Divino Idrasil (Árbol del Universo): en cuya copa se hallaba el cielo, Asgard (la morada de los dioses) y el Valhalla (el palacio de Odín), mientras que en las raíces profundas se encontraba el Helheim (reino de los muertos).
Cuando se evangelizó el centro y norte de Europa, los primeros cristianos de esos pueblos tomaron la idea del árbol para celebrar el nacimiento de Cristo, cambiando su significado pagano. Y a representar el árbol la paz y, por permanecer verde simboliza también la inmortalidad con su cima hacia arriba que simboliza el cielo, la morada de Dios.
Significado de los tradicionales adornos: El azul (oraciones), el plateado (agradecimiento), el dorado alabanzas, el rojo (peticiones). Símbolos: La estrella que debe guiar la vida del cristiano igual que guio a los Reyes Magos hasta Belén. Bolas que representan las tentaciones, pero también los dones de Dios a los hombres. Lazos que representan la unión de las personas. Luces, que representan la luz de Cristo.
Actualmente se ha comercializado todo y es numerosa la gente que desconoce el significado del árbol de Navidad.
Quienes quieran saber más sobre esta tradición, que lean la historia de San Bonifacio, obispo del siglo VIII, quien, sintiéndose profundamente dolido al comprobar que los alemanes habían vuelto a su antigua idolatría decidió cortar el roble sagrado de Odín. Un acto de importancia suprema en aquellos tiempos.