UNOS ANCIANOS ENTRAÑABLES (RELATITO)

UNOS ANCIANOS ENTRAÑABLES (RELATITO)

UNOS ANCIANOS ENTRAÑABLES

(Copyright Andrés Fornells)

Llevaban cincuenta años casados. En silencio se había instalado en sus vidas de un modo perenne, tan perenne como lo es la noche siguiendo al día. A lo largo del tiempo se lo habían dicho todo. Absolutamente todo. Se había instalado la telepatía entre ellos. Cuando no la usaban, les bastaba un gesto o una mirada para entenderse.
Los días festivos por la mañana, se arreglaban con sus mejores ropas y se iban al parque. Allí se sentaban cada uno en un banco diferente y charlaban con toda persona que tomaba asiento al lado de cada uno de ellos. Transcurridas un par de horas regresaban juntos a casa, cogidos de la mano, con igual ternura a la que compartían de novios, y se iban contando todo lo que habían hablado con las personas conocidas aquella mañana y gozaban como si hubieran recobrado de nuevo la ilusión que les había desgastado el paso de los años. Ya tenían cosas nuevas que decirse.