UNA BODA AMENAZADA (MICRORRELATO)

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UNA BODA AMENAZADA

Kim Donaldson, hija del multimillonario Albert Donaldson, era una joven bella y caprichosa. Empezó a salir con Richard Newton una marine apuesto y bravo que había demostrado, para gran satisfacción de sus superiores, extraordinario  arrojo en todas aquellas difíciles y peligrosas misiones a las que lo habían enviado, y, que por el éxito logrado en ellas le habían, con todo merecimiento, honrado y condecorado varias veces.

No siendo Richard Newton del agrado de los padres de Kim, aprovechando la ausencia de este aguerrido soldado, por haber sido enviado a un servicio secreto de varias semanas de duración,  consiguieron a base de machacona persuasión convencer a su hija de que debía romper con su novio aventurero y casarse con el hombre que de verdad le convenía, Peter Mushroom el apocado heredero de la famosa y riquísima cadena de bancos Mushroom.

Finalmente Kim, cediendo a la presión ejercida por ellos, le envió a Richard un mensaje comunicándole que daba por terminado su noviazgo, pues había descubierto que él no era el hombre que a ella le convenía y que la olvidase para siempre.

El marine se tomó de la peor de las maneras posibles la decisión de la joven millonaria y, furiosísimo, le advirtió por medio de un SMS que llegaría a tiempo de estropearles la boda matando al rival por el que ella rompía su relación con él.

Conocedores del arrojo y la temeridad del soldado, los padres del joven Peter Mushroom, y los padres de la joven Kim Donaldson decidieron contratar los servicios del considerado mejor guardaespaldas de Estados Unidos, Elvis Mortimer, que había sido  uno de los protectores del presidente Obama.

A Elvis lo presentaron a los novios tres días antes de la fecha acordada tendría lugar la ceremonia nupcial para, en el caso de que no fuera de su agrado, cambiarlo por otro protector. Elvis recibió sin oposición ninguna el beneplácito, tanto de la novia como del novio, pues era un hombre joven, muy simpático, alegre y respetuoso.

Deseosa de conocerlo mejor, Kim invitó a Elvis el día antes de su boda a cenar con ella en un lugar que él escogiese. El  atractivo y fornido guardaespaldas la llevó a un restaurante italiano del que era cliente habitual, lugar donde fueron tratados por el personal con enorme amabilidad y cariño, pues en Elvis, hijo de norteamericano y de italiana, la influencia materna había sido notable hasta el punto de que en cierto momento de la velada, uno de los camareros se sentó a un viejo piano y, acompañado por él, Elvis cantó con excelente voz varias famosas canciones napolitanas que fueron coreadas, bailadas y muy aplaudidas por los todos presentes. Kim gozó extraordinariamente con la comida, el alegre ambiente del local y la compañía de su protector.

Al terminar la velada el guardaespaldas y la bella heredera se gustaban tanto que huyeron juntos, para desesperación de los padres de ella y los padres del novio. La pareja de fugados, con el dinero de Kim, comparon un rancho y demostraron lo felices que eran juntos, llenándose de hijos que eran tan felices como sus padres.