UN PARAGUAS PARA DOS (MICRORRELATO)
(Copyright Andrés Fornells)
Había empezado a llover con fuerza. Él tenía un paraguas y lo estaba usando. Ella se lo había dejado en su casa y se cobijó en un portal para no mojarse. Él se detuvo delante de ella. Cambiaron una mirada cargada de timidez, y la desviaron enseguida. Los dos demostraban claro nerviosismo.
Él se rascó la coronilla. Ella se alisó el pelo con ambas manos. Volvieron a mirarse y él se decidió:
—Te ofrezco la mita de mi paraguas.
—Muchas gracias —aceptó ella dedicándole una encantadora sonrisa de agradecimiento.
Él le devolvió una sonrisa de embeleso.
Después de recorridas varias calles sin apenas hablarse, dirigiéndose continuas miradas de reojo, él se detuvo delante de la puerta del edificio en el que ella le dijo que vivía.
El recorrido que habían hecho había sido muy corto y, sin embargo, sirvió para unirlos el resto de sus largas vidas.