UN PALEONTÓLOGO GENIAL (HUMOR)
Un paleontólogo canadiense (cuyo nombre, de momento, guardaré secreto), lleva un montón de años estudiando a los dinosaurios y también a las aves de corral.
Este eminente sabio asegura haber descubierto que inyectando el A.D.N de un gran saurio, a un embrión de pollo, podrá convertirlo en un pollosaurio de varios metros de longitud.
Con tan extraordinaria metamorfosis, este benefactor de la humanidad tiene la convicción de que podrá acabar con el hambre del mundo, pues con un solo pollosaurio cualquier hambrienta familia numerosa tendrá carne para varias semanas, o meses, dependiendo de si son de mucho comer o de poco comer.
Voy a proponer que este excepcional descubridor reciba los premios Nobel de Física, Química, Economía, Fisiología y Medicina, por su extraordinaria aportación a que se erradique de una vez por todas el hambre en todo nuestro planeta.
Espero no ser el único en reclamar tan altos y merecidos honores para este genial favorecedor del género humano, y, finalmente, si no tienen a quienes darlos, me apunto voluntario a aceptar los premios de la Paz y el de Literatura. Optimismo que no falte.
Ya me imagino las encuestas futuras:
—Señora, señor, ¿cuántos pollosaurios consume usted por año? El récord está en veinte por persona. ¿Cuándo le ha costado el camión que necesita para transportarlos? ¿Cómo le gusta comer los pollosaurios, hervidos, fritos, a la plancha o crudos?
Yo, personalmente, le voy a proponer a este sabio paleontólogo que cree también minipollosaurios, para que las familias humildes puedan criarlos en los balcones de sus casas, después de haberlos previamente reforzados, pues siempre les saldrán más baratos (me refiero a los minipollosaurios, no a los balcones) que comprados en las tiendas.
(Copyright Andrés Fornells)