UN CUENTO DE HADAS MODERNO (MICRORRELATO)

Copyright Andrés Fornells)

Una chica moderna durante una noche calurosa de verano se acercó al balcón de su casa atraída por el intenso perfume que, montado en las etéreas alas de la noche llegó hasta ella embriagándola.
—¡Noche bruja, tráeme un amor que me incendie la sangre, me enloquezca el corazón y me colme las ansias de placer que padezco! —pidió ardorosa.
Y la noche bruja, escuchando su ruego, le envió un príncipe de delicados ademanes y rasgos aristocráticos que, pulsando con románticas manos una lira le cantó la canción de las doncellas vírgenes que morían de amor sin haber pasado por el tálamo nupcial.
La chica moderna, lo escuchó y fue tal el aburrimiento que le produjo su extremadamente cursi melodía, que le tiró encima, desde lo alto del balcón, el contenido del cubo con cuya agua había fregado el suelo de oda la casa.
El frustrado príncipe se marchó mojado y humillado.
La chica moderna estaba a punto de quitarse del balcón con la intención de acostarse, cuando escuchó el recio, varonil, poderoso croar de un sapo verde esmeralda.
Fascinada por el poderío que esta voz desprendía, la chica se asomó y viendo el cuerpo desnudo del sapo y lo bien desarrollado que físicamente estaba, con voz apasionada le pidió:
—Da un buen salto y reúnete conmigo, que tienes todos los números de la lotería de que te permitirá tener toda la noche un puesto a mi lado en la cama. Bueno, a mi lado y encima, o debajo… Vamos lo que yo te ordene…
El sapo, excitadísimo, pegó un salto espectacular. Tan espectacular que aterrizó en la cama de la joven que lo había escogido.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado. El sapo y la chica moderna siguen todavía en la cama. Por favor, que no les moleste nadie que están practicado lo que debería practicar todo aquel que esté necesitado… Pues eso…