UN BUEN RECUERDO (PÍLDORAS FILOSÓFICAS)
DEJAR UN BUEN RECUERDO
Todos, algún día nos convertiremos
en simples recuerdos para unas pocas personas.
Deberíamos esforzarnos para que esos
simples recuerdos sean los mejores posible.
DEJAR UN BUEN RECUERDO
Todos, algún día nos convertiremos
en simples recuerdos para unas pocas personas.
Deberíamos esforzarnos para que esos
simples recuerdos sean los mejores posible.
Germán Arpegio era un hombre muy raro y misterioso. Misterioso porque trabajaba de eficientísimo contable de una muy importante multinacional y nadie sabía nada de él aparte de su nombre y que vivía en un pequeño apartamento situado en la Avenida Principal de la ciudad. El motivo de que lo
El Señor de Sipán fue un gobernante Mochica del Antiguo Perú, vivió entre el 200-300 d. C y la cual tumba fue hallada al norte del Perú en 1987. El descubrimiento representó un importante hito en la escena arqueológica mundial y del continente americano; en particular porque, por primera vez,
Agustín el Puerco y yo éramos muy buenos amigos. El apodo, a él le venía heredado de su abuelo por haberse dedicado aquel buen hombre, profesionalmente, a matarlos cerdos cuando se lo encargaban sus dueños. Agustín y yo corríamos juntos estupendas aventuras: robábamos fruta, tocábamos timbres de casas y salíamos
Estoy totalmente de acuerdo con esos pocos, o muchos, que viven convencidos de que ser, a la vez, romántico y fantasioso es una bendición doble. Verás porque lo digo, Elena. En este momento tengo entre mis manos tu retrato. Nunca, nunca me cansaré de mirarlo. Me enamoran esos ojos tuyos,