Relatos
EL DIOS DE LA COMPASIÓN SE APIADÓ DE ÉL (RELATO)
El hombre triste había sufrido en su vida un solo desengaño amoroso, pero este desengaño lo había herido tan profundamente que había renunciado a acercarse a las mujeres, para que ninguna otra pudiese volver a hacerle daño. Un día festivo de otoño, el hombre triste tomó asiento en el banco