SOBRE EL DÍA DE LA MUJER (VIVENCIAS MÍAS)
Creo que mucha de la gente que organiza esto de: Día de la madre, Día del padre, Día de los enamorados, Día de los viudos, Día de las jirafas, Día de las pantuflas, etc. lo hace guiada por prosaicas intenciones comerciales.
El día 8 de marzo, esa gente interesada, principalmente en hacer caja, decidió que fuese el Día de la Mujer. Dejando aparte, si esta celebración se creó con fines consumistas o no, para nosotros, los hombres que sabemos amar a las mujeres con toda nuestra alma, debería ser una fecha de suprema importancia y demostrarlo con hechos hermosos.
Las mujeres merecen el máximo respeto, consideración, admiración y cariño. Tuve la inmensa fortuna de nacer y crecer rodeado de mujeres. Nada más abrir los ojos, a este mundo que continúa siendo maravilloso a pesar de cuantos esfuerzos han realizado y realizan muchos humanos por afearlo y destrozarlo, vi la amorosa, bellísima mirada de mi madre y escuché la tierna dulzura de su voz y, según me contó ella, yo respondía a sus mimos con explosiones de risa feliz.
A las mujeres de mi familia las he visto trabajar muy duramente, más duramente que a una buena mayoría de hombres, dentro y fuera de casa, y cuidar de los enfermos con un esmero, una ternura y una dedicación impagables.
Así que, para mí, todos los días deben ser los días de las mujeres a las que debiéramos tratar lo mejor que supiéramos. Yo, por esa parte, vivo tranquilo pues, a lo muchísimo que recibí de las mujeres que tuve cerca, intenté siempre, dentro de mis posibilidades, devolverles tanto como recibí, aun a sabiendas de que siempre me quedaría deudor.
Así que, amemos a las mujeres hoy y siempre, porque solo por el hecho de que nos dieron la vida son dignas de las mayores recompensas por nuestra parte, y de nuestro infinito agradecimiento.
(Copyright Andrés Fornells)
