SILENCIOS EXAGERADOS (MICRORRELATO)

martita

 

 

SILENCIOS EXAGERADOS
Si tenemos en cuenta que nos fueron suministrados dos ojos, dos oídos y únicamente una boca, ¿no significa esto, evidentemente, que debemos observar y escuchar más, el doble, y hablar menos, la mitad? Hace dos años le dije esto mismo a mi prima Merche, que en cuestión de abuso oral supera cien veces a las cotorras, y desde entonces que no me habla. Echo de menos escuchar su voz aflautada. Soy un romántico amante de la música vocal. Si por casualidad lees esto, no seas rencorosa, primita Merche, perdóname y háblame de nuevo. ¡Muac!