REZOS DE MUJER Y HOMBRE DE COSTUMBRES (MICRORRELATO)
(AVISO: Este microrrelato no pretende ofender la religiosidad de nadie)
María Devota era una mujer tan religiosa, tan temerosa de pecar, que rezaba todo el tiempo mientras ella y Plácido Paciencia, su consentidor marido, hacían el amor. El día que María Devota tenía la pasión insaciable, obligaba a su esposo a tener sexo con ella mientras le duraba el largo y agotador rezo del rosario.
Plácido permaneció a su lado mientras fue joven. Después, cuando perdió la juventud y la potencia sexual, se divorció de ella para retirarse a un convento donde podía escuchar rezos sin tener que practicar sexo. Evidentemente, lo que él echaba de menos de su vida matrimonial era la parte religiosa, no la carnal. Su abandonada mujer tenía razón cuando decía que él no era un hombre apasionado, sino un hombre de costumbres.