QUÉ PENA IGNORAR LA HISTORIA DE TU PAÍS (RELATO)

QUÉ PENA IGNORAR LA HISTORIA DE TU PAÍS (RELATO)

Esta mañana en el bar del Lucio, establecimiento que frecuento, Marcelo, un cliente que tiene cara de ser mucho menos importante de lo que él se considera, elevando el tono de su voz criticó la celebración de la toma de Granada por los Reyes Católicos.

—Los católicos de mierda masacraron a los pobres habitantes de Granada, les robaron todo lo que tenían y al rey moro que mandaba allí, lo dejaron en calzoncillos.

Por suerte para la verdad sobre ese hecho histórico, estaba Zacarías, un profesor jubilado, que al escuchar al ignorante aquel desbarrar en tal medida, le dijo sin alzar la voz, mostrando admirable calma:

—En Granada no reinaba un rey, sino que gobernaba un sultán.

—A mí me importan tres leches si los que mandan se llaman reyes o sultanes! —esgrimió el paleto sacando pecho.

—Bien, aunque a usted parecen importarle poco ciertas cosas, pongo en su conocimiento, por si acaso no lo sabe, que ese sultán se llamaba Boabdil y también se le conoce por el sobrenombre de Al-Zugabi que significa el Desdichado. Cuando lo derrotaron, los Reyes Católicos le respetaron todas sus propiedades a él y a sus partidarios. Y se marcharon todos de Granada cargados de riquezas.

—Eso se lo ha inventado usted —le espetó su interlocutor—. Los musulmanes dejaron en España maravillas como La Alhambra.

—Sin la menor duda. Y también realizaron campañas militares contra los reinos cristianos arrasando y quemando ciudades enteras como Santiago de Compostela, Pamplona, León y Barcelona. En esta última ciudad fueron especialmente salvajes y crueles pues asesinaron a miles de hombres y esclavizaron a muchos miles de mujeres y niños. ¿Sabe usted quién fue Abu Amir Muhammad Ben Abi Amir al-Ma Afiri, más conocido por el nombre de Almanzor?

—No lo sé ni me importa una mierda, eso son mentiras de los libros —depreciándolo.

Todos a su alrededor escuchábamos y aprendíamos cosas; todos menos el que quizás más necesidad tenía de aprender.

—Le entiendo muy bien —si alterarse el pedagogo jubilado—.  A usted no le importan los libros ni la historia de su país. Solo le interesa lo que dicen por ahí los desinformadores y falsarios que tampoco leen libros de historia. Pues bien, le diré una de las infinitas “lindezas” que hizo ese musulmán llamado Almanzor. Para asustar a los habitantes de Barcelona los bombardeó con un promedio de mil cabezas cortadas de cristianos diarias. Luego conquistó la ciudad y pasó a cuchillo a la mayoría de los hombres y esclavizó a miles de mujeres y niños. Y en cuanto a la Alhambra no la construyó ningún sultán, la construyeron varios miles de obreros que trabajaron de sol a sol y vivieron en la más absoluta miseria.

El hombre desinformado convirtió en puños sus manos, miró al docente con profundo odio y masculló mordiendo cada una de sus ofensivas palabras:

—Porque eres un puto viejo de mierda no te reviento los sesos, desgraciado.

Ladrado esto, de dos zancadas llegó a la puerta y abandonó el local. Algunos elogiamos a Zacarías por sus conocimientos y su templanza.

Él sonrió como sonríen los hombres cultos y benevolentes y dijo:

—Me habría gustado tenerlo en alguna de mis clases.

Y yo realicé el mismo juicio de otras veces: <<Cuando la ignorancia y la violencia se juntan en un mismo ser, éste es muy capaz de cometer las mayores atrocidades>>.

(Copyright Andrés Fornells)

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