POR LOS BUENOS MOMENTOS (MICRORRELATO)
POR LOS BUENOS MOMENTOS
Encuentro casual en unos grandes almacenes, de un hombre y una mujer que antaño fueron mucho juntos, y ahora no son nada.
—¿Cómo estás, Merche? —hipócrita él.
—Maravillosamente, Fonsi —no menos hipócrita ella.
—¿Te acuerdas de esos inviernos tan fríos que temblábamos hasta teniendo tres mantas encima?
—Sí, que penuria. Con tres mantas y pasábamos frío —recrimina ella—. ¿Sigues conservando esas tres mantas, ¿o te has visto tan apurado económicamente que has tenido que vender alguna.
—He vendido las tres. La chica con la que vivo ahora ha pagado para que nos instalasen calefacción por toda la casa.
—Siempre has sabido aprovecharte de los demás.
—Vamos, que la calefacción de la que disfrutas tú ahora, la has pagado tú —le echa él en cara, con no menos sorna.
—Por eso no te aguantaba yo, porque siempre te has aprovechado de los demás.
—Lo mismo que tú.
Se miran fijamente, muy serios durante un momento. De pronto aparece un centelleo divertido en sus ojos y ella reconoce:
—Nosotros dos somos tal para cual. Reconozcámoslo. ¿Nos tomamos una cerveza y recordamos los buenos momentos que vivimos juntos, que los hubo, y muchos?
—Vamos. Siempre destacaste por tus buenas ocurrencias.
Merche y Fonsi se cogen de la cintura y risueños caminan, acoplando el paso, hacia el bar que hay en el gran establecimiento donde se encuentran.