POBREZA MÁXIMA (PÍLDORAS FILOSÓFICAS)
POBREZA MÁXIMA
La mayor, la más terrible, la más desdichada de todas las pobrezas humanas es no contar, por lo menos, con una persona que te quiera.
POBREZA MÁXIMA
La mayor, la más terrible, la más desdichada de todas las pobrezas humanas es no contar, por lo menos, con una persona que te quiera.
Mucha gente debe preguntarse cómo lavaban la ropa y con qué, en tiempos del Imperio Romano, pues no habían inventado todavía ni las lavadoras ni los detergentes. Pues bien, como los romanos de la antigua Roma no eran tan guarros como muchos ignorantes e indocumentados cuentan de ellos, les revelaré
Aurorita González era una joven que, encantos aparte, siempre supo lo que más le convenía y obrado en consecuencia. A los dieciocho años conoció a Roberto Piñones en una heladería donde ambos acababan de comprar dos helados iguales. Se miraron con simpatía, y él dijo: —Los de turrón y vainilla
Susan era londinense. Poseía un rostro atractivo que me gustaba verlo a la luz del día, a la luz de la luna y las estrellas y, muy especialmente en la penumbra de su dormitorio. Susan opinaba que la sobraban diez kilos de peso, y yo, considerando lo bien repartidos que