OLVIDOS CRUELES (REFLEXIONES)

Seamos generosos, justos y agradecidos, y, por lo menos, en todas las fiestas entrañables, tengamos la honrosa actitud de, mientras las celebramos con nuestros familiares presentes concederles entrar un momento en nuestra memoria a los familiares ausentes, ausentes porque un día cruzaron esa frontera que separa a los vivos de los muertos.
Olvidarlos es una crueldad que no merecen en absoluto. No renunciemos en fechas que tradicionalmente se destinan a la alegría, a dedicarle un momento a la tristeza añorando a esos seres queridos que tanto hicieron por nosotros y no les tenemos más con nosotros. No los borremos de la memoria porque recordarles nos entristezca, nos duela. Esas serían unas excusas mezquinas. Posiblemente, nadie nos lo afeará si no los recordamos ni mencionamos, pero sí lo hará nuestra conciencia en el caso de que hayamos sido capaces de mantenerla limpia y honesta hasta el presente.
Recordemos que la única posibilidad que ellos tienen de mantener una chispa de vida es a través de nosotros recordándolos de vez en cuando.
(Copyright Andrés Fornells)