NUEVAS, SALVAJES, CONDENABLES E IMPERDONABLES AGRESIONES A MUJERES EN LOS SANFERMINES (ACTUALIDAD)
No me resulta grato en absoluto escribir sobre este tipo de cosas, pero me siento moralmente obligado a hacerlo, sobre todo por el respeto, la admiración y el cariño que me merecen las mujeres, pues mujeres son nuestras madres, nuestras hermanas, nuestras esposas y nuestras hijas.
Parece como si de repente se haya descubierto que, en los Sanfermines de este año ha aparecido una asquerosa horda de violadores. Si ha sido así, o si ya actuaron anteriormente este tipo de bestias disfrazados de seres humanos y hasta ahora no se ha reconocido públicamente, urge una inmediata y drástica actuación y erradicación.
De no hacerse así, los Sanfermines (que en euskera se llaman “San-ferminak”) y que se celebran en honor de san Fermín de Amiens y tienen lugar anualmente en la ciudad de Pamplona, capital de Navarra, y que adquirió fama mundial, especialmente, por la enorme difusión que de esta fiesta realizó el escritor, permio Nobel norteamericano, Ernest Hemingway.
En la actualidad son cientos de miles las personas que, procedentes de todos los lugares del mundo, acuden a estas alegres, multitudinarias y cosmopolitas fiestas, que se remontan, sus orígenes, nada menos que a la Edad Media.
Ni la embriaguez, ni el consumo de drogas, ni ninguna otra causa debe buscarse como explicación de actos bárbaros, incivilizados, humillantes y crueles que escogen como principales víctimas a las mujeres.
Si no se toman rápidas, severas y radicales medidas de prevención y castigo, esta maravillosa fiesta, con varios siglos de antigüedad, desaparecerá. Que lo tengan muy en cuenta aquellos que pueden hacer lo máximo posible por evitarlo, si no lo evitan.
Esto puede considerarse un buen consejo, o algo peor, un vaticinio.
