Mis tres mejores momentos (Vivencias mías)

0:00 /0:06 1× Yo tuve alquilado, la mayor parte del tiempo que viví en la ciudad del amor, un cuartucho en la vetusta pensión de Madame Camille, una adorable mujer mayor, comprensiva y permisiva, que había sabido ahorrar parte de lo ganado durante su prolongada carrera como femme
En el periodo de mi vida que voy a contar aquí, yo era pianista y, modestia aparte, no me consideraba uno de los peores. El amplio y variado repertorio con el que contaba lo debía al esforzado y perseverante estudio durante mis años de conservatorio, y al duro y continuado
Alex Monilla creía poseer poderes psíquicos y, a sus íntimos, les aseguraba que con él caminaba todo el tiempo, desde lo invisible para los demás, pero no para él, una misteriosa mujer de ojos profundamente negros, de la que se había enamorado apasionadamente. Los familiares y amigos a los que
Desde que a los cuatro años, en un descuido de mis padres me subí a un tren que no era el que nosotros debíamos coger, y les causé a esas dos queridísimas personas mías un susto de muerte, he procurado viajar cuanto he podido. Al principio, falto de dinero, viajé