MI PRIMO ORFEO SE HA CONVERTIDO EN CAZATESOROS

MI PRIMO ORFEO SE HA CONVERTIDO EN CAZATESOROS

Las noticias son proyectiles acústicos que nos bombardean por todas partes y pueden conseguir volvernos loca la cabeza. Las noticias, como todos sabemos, pueden ser de diferente índole. Por ser muy apropiadas al caso que voy a revelar, me referiré a las noticias ilusionantes, sorprendentes y peligrosas. Porque resulta que estos tres componentes contenía una noticia que la semana pasada escuchó mi primo Orfeo en una radio local. Se trataba de lo siguiente: En un lugar de la Gran Bretaña, unas personas extraordinariamente afortunadas habían encontrado el mayor tesoro de toda la historia del Imperio Británico. Este tesoro, habían comprobado tras el pertinente estudio, que pertenecía al siglo VII y constaba, luego de haberlo separado y pesado, de cinco kilos de oro, dos kilos de plata y algunas piedras preciosas cuyo peso no se especificaba, quizás porque el divulgador de esta noticia lo desconocía.

Hasta aquí no habrán advertido ustedes nada que les haya despertado alarma, inquietud o asombro. Bien, permitan que continúe mi exposición de unos hechos que desconocen y que muy pronto, al conocerlos por mí, experimentarán estas tres emociones juntas.

Al día siguiente de haber escuchado la que se ha convertido en fatídica noticia para mi joven pariente, él se fue a una ferretería y compró un pico y una pala. Y quizás algunos de ustedes se preguntaran: ¿Para qué compró mi primo Orfeo estas tan denostadas (por muchísimos trabajadores) herramientas? Pues paso a explicárselo inmediatamente.

Mi primo Orfeo lleva ya abiertos cerca de un centenar de hoyos en un monte vecino que, bautizado por alguien que andaba sobrado de fantasía, hemos conocido siempre con el nombre de monte del tesoro.

No sé dónde terminará mi pobre y esforzado primo Orfeo. Espero que no sea en ese desdichado establecimiento que cuantos conocemos su desesperado afán de buscar de tesoros, tememos que lo acabarán encerrando.