MI PERRO Y YO (MICRORRELATO)
Me encanta la amistad que mantengo con mi perro. Es una amistad
sincera, desinteresada, entrañable. Con él puedo hablar de todo.
Encuentra sensato cuanto le digo. Nunca discutimos. No me habla
mal de nadie ni intenta enemistarme con alguna persona que no le cae bien.
No critica, no juzga, no condena.
Me sostiene la mirada todo el tiempo. No tiene nada que ocultarme. No mira hacia otras partes como si le aburriera, o no le importase lo más mínimo cuanto le digo. Me mira con cariño, con franqueza, con respeto.
Me produce enorme pena comprobar cómo se están deteriorando tantos seres humanos. Y me la produce porque estoy llegando a la conclusión de que mi perro es uno de los más sinceros y perfectos amigos que tengo.
Especialmente desde que he conseguido hacerle comprender que no debe destrozar mis zapatos, ni mis cojines, ni morder las patas de las sillas, ni ladrar a los pájaros que vienen a cantarme a la ventana todas las mañanas.
Ahora mismo me está mirando con sus irresistibles ojos pedigüeños y voy a complacerle sacándolo de paseo. Hasta luego, buenas personas. ¡Ah! si me aceptan un buen consejo pongan un perro en su vida. Algunos psiquiatras afirman que ningún hombre que trata a un perro como trataría a su mejor amigo, se suicida.
(Copyright Andrés Fornells)