MARGARITA, ESTÁ LINDA LA MAR (MICRORRELATO)
(Copyright Andrés Fornells)
El extraordinario poeta Rubén Darío dedicó a su musa, Margarita Debayle, un hermoso poema que comenzaba así: “Margarita, está linda la mar, y el viento, lleva esencia sutil de azahar…”
Desgraciadamente, en la actualidad, ni está linda la mar ni huele a azahar sino a combustible quemado y a toda la porquería que durante las últimas décadas (muy especialmente) los seres humanos la hemos estado ensuciando, contaminando y matando. Ya hemos conseguido que entre el 60 y 80 por ciento de los residuos marinos sea plástico. Entre el 15 y el 40 por ciento del plástico que producimos en el mundo acabe en el mar. Esto suma 8 millones de toneladas anuales. A los tarados mentales esta cifra posiblemente les parezca insignificante.
Ya ingerimos las personas unas pequeñas cantidades de plástico por medio de los animales que comemos. Como esto no parece importarle a la gran mayoría de los gobiernos, esta cantidad aumentará vertiginosamente. Con seguridad se harán de oro los inventores de intestinos, corazones, riñones de plástico, etc.
En la próxima década tendremos en la “mar linda” un kilo de plástico por cada tres kilos de peces.
El plástico afecta a los peces, aves, tortugas y mamíferos. Para el año 2050 prácticamente la totalidad de las aves habrán ingerido algo de plástico. Y nosotros también.
¿Seremos los que nos llamamos seres civilizados capaces de frenar esto, o seremos seres tan incivilizados que seguiremos así hasta matar a la “linda mar” para siempre y a nosotros también?