LOS BEBÉS LOS TRAEN DE PARÍS LAS CIGÜEÑAS (MICRORRELATO)
LOS BEBÉS LOS TRAEN DE PARÍS LAS CIGÜEÑAS
(Copyright Andrés Fornells)
Hijo de una familia, muy cándida y católica de antiguo, cuando yo era muy niño me dijeron, para callar una de mis más importantes curiosidades, que los niños los traía de París, colgados de su pico, una cigüeña. Mi curiosidad, y la de mis amiguitos con padres tan reprimidos como los míos, intrigados también por este asunto, fue en aumento porque en nuestro barrio no paraban de venir niños y ninguno de nosotros éramos capaces de ver a ninguno de esos pajarracos que los traían.
Por fin, Mateo el Gafitas encontró una explicación que a ninguno de los demás chiquillos se nos había ocurrido:
—Yo lo tengo claro, chicos. Las cigüeñas que traen bebés son invisibles, o traen los bebés en mitad de la noche cuando nosotros estamos dormidos, y por eso no las vemos.
Estas dos posibilidad la mantuvimos como válida hasta que la hermana de Julito tuvo una niña y él presenció, mirando por el ojo de la cerradura del cuarto donde atendían a la parturienta, lo que decidimos llamar el “gran misterio desvelado”. El asombro que ese “gran misterio desvelado”, nos causó en aquel momento (no sé qué les habrá ocurrido a mis amiguitos de entonces), pero a mí no se me ha pasado del todo todavía. Y cuando veo una cigueña me la imagino llevndo en su pico un envoltorio con un chiquitín dentro.
