LO DIJO NICOLAS SOILEAU

Arturito López era considerado por sus padres un hijo ejemplar. Durante sus vacaciones estivales, en vez de estar como tantos chicos de su edad callejeando o divirtiéndose fuera de casa, cuando sus padres marchaban al trabajo él se quedaba en el hogar estudiando materias diferentes a las de sus estudios
Merche tenía veinticinco años, había entrado nueva en la asesoría fiscal. Se trataba de una empresa pequeña, pues con ella sumaron tres empleados: Leandra, la directora y dueña de la misma, cercana a la jubilación, y Genaro, un soltero de cuarenta años. El primer día de su nuevo trabajo, Merche