LO ANTIGUO QUE ES EL ARTE FEMENINO DE LIGAR (INFORMACIÓN)
Las mujeres, especialmente, han practicado el arte de ligar mucho mejor que los hombres, pues ellas son más ocurrentes, sutiles y seductoras. En contraposición los hombres han pecado siempre de impacientes y brutos como demuestran, desde la antigüedad, esos cavernícolas que conseguían a las mujeres agarrándolas de los pelos y arrastrándolas por el suelo hasta el fardo de pieles que empleaban como cama.
Admiremos con que ingenio, elegancia y delicadeza, las mujeres para ligarse a un hombre han simulado que se les caía un pañuelo, un libro, un abanico, y, las más osadas y temerarias realizaban desmayos cerca de un sofá para caer encima de él, si el caballero que debería cogerlas entre sus brazos andaba corto de reflejos o era tan torpe que no estaba al quite.
Retrocediendo en el tiempo tenemos a Eva y la fatídica manzana que compartió con Adán. Y también retrocediendo bastante menos en el tiempo podemos entrar en la antigua Grecia en que las mujeres convirtieron a las manzanas en expresiones de deseo y amor. Pues se la tiraban al hombre que elegía su corazón o su pasión, y cuyo significado, si él la cogía, aunque fuese del suelo porque no supo cazarla al vuelo, era un encuentro amoroso.
Según algunos historiadores esta costumbre de tirarle una manzana como invitación amorosa se debía a la famosa historia de la manzana de la discordia, pues según la mitología griega la diosa Eris lanzó al aire una manzana dorada con la inscripción: “Para la más hermosa” y este hecho desencadenó una disputa entre las diosas Hera, Atenea y Afrodita.
Paris, ese príncipe troyano que conquistándola y llevándosela con él a la mujer de otro motivo una guerra terrible, actuó de juez en ese asunto y la elección suya desató la Guerra de Troya. Por este motivo, el hecho de arrojar una mujer una manzana a un hombre evocaba esa leyenda y el romance épico que la rodeaba.
Seguramente nunca leyeron esta historia las fans de algunos divos de la canción pues, en lugar de manzanas les lanzan sus más íntimas prendas de lencería.
¿Se imaginan ustedes lo que yo estoy comiendo mientras escribo esto y lo que me espera cuando termine con el teclado y con la fruta?
(Copyright Andrés Fornells)
