LEYENDA ANTIGUA ESCANDINAVA (MIS VIAJES)

LEYENDA ANTIGUA ESCANDINAVA (MIS VIAJES)

LEYENDA ANTIGUA ESCANDINAVA (MIS VIAJES)

(Copyright Andrés Fornells)
Cuenta una leyenda muy antigua, que en la época en que el rey Gylfe reinaba en Suecia acudió a visitarlo una mujer de rara hermosura. Se llamaba Gefjon, era diosa y vidente. Todas las mujeres que morían vírgenes eran enviadas a ella y las convertía en siervas suyas, pues Gefjon era diosa también de la virtud y de la fertilidad. Su esposo era el rey Skjöld, hijo de Odinn. Muchos legendarios reyes daneses alegaron ser descendientes de la diosa Gefjon.
El rey Gylfe fue seducido por la belleza de la diosa Gefjon, y por la dulzura y armonía de su extraordinario canto. Después que ella hubo permanecido durante varios días en Palacio manteniendo una relación amorosa con él, este monarca le preguntó qué deseaba  le ofreciera él en prueba de gratitud por el placer que le había procurado con su presencia y con su extraordinario canto.
Al parecer esta conversación tuvo lugar en una habitación de palacio mientras ambos personajes brindaban con copas llenas de hidromiel (una bebida alcohólica fermentada a base de agua y miel, tan antigua que ya era nombrada en los versos del Rig Vedá, compuestos 1.700 años a. C.)
En cierto momento de esta conversación la diosa Gefjon dijo:
—¡Oh ilustre señor!, grande es la fama de tu generosidad, y por ello quiero pedirte una pequeña parte de tus tierras. Poca cosa. No temas que vaya a mutilar tu reino; pues bien, quiero sólo el trozo que yo pueda labrar durante veinticuatro horas con la ayuda de cuatro bueyes.
El rey Gylfe contestó, demostrando que era justificada su fama de desprendido:
—¡Oh, diosa! Ciertamente es muy poco lo que me pides. Te lo concedo gustosamente.
Entonces la diosa Gefjon, que pertenecía a la familia de los Ases (dioses bienhechores escandinavos), mandó venir a cuatro hijos que ella había tenido de un gigante en el Iothunheim, convirtió a estos hijos en bueyes, a continuación los unció a un colosal arado y marcó un surco alrededor del terreno que había elegido, un surco que fue tan profundo que toda la parte que rodeaba este surco fue separada del continente. Entonces la diosa unció sus bueyes a este trozo de tierra y los aguijó consiguiendo con ello que ese gran trozo de tierra la arrastrasen hasta el mar. Una vez que estuvieron en la orilla, los sumergió en el agua y los llevó hasta meter el trozo de tierra en el Øresund. Y así fue como nació la isla Danesa de Selandia.
Esta leyenda es conmemorada por la Fuente Gefjon de bronce en Copenhague, esculpida por Anders Bundgaard en 1908, y podéis admirarla en el centro de la plaza que rodea el Palacio Real Amalienborg, una maravilla arquitectónica que no debe perderse nadie que visite Dinamarca. Dinamarca, junto a Suecia y Noruega forman los países escandinavos, que he tenido la inmensa suerte de visitar, y en uno de ellos vivir algunos meses, lo cual me ha permitido poder decir de sus gentes que son extraordinariamente cultas, amables y acogedoras. Tak sa mycket. Älskar jag dig.

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