LAS TETAS SIEMPRE FUERON OBJETOS DE DESEO (HISTORIA)

LAS TETAS SIEMPRE FUERON OBJETOS DE DESEO (HISTORIA)

Desde los tiempos de Adán y Eva, los pechos femeninos han sido una atracción, una fascinación y un adorno carnal que ha despertado en los hombres un poderoso e irresistible deseo copulativo.

Sabedoras de ello, las mujeres han procurado que sus senos tengan un tamaño apropiado para que los hombres ansíen, anhelen tocarlos acariciarlos, admirarlos, adorarlos.

Antiguamente las mujeres abisinias dejaban que se los picaran las abejas, pues con este consentimiento conseguían que sus tetas aumentaran hasta el doble su tamaño.

Las chinas, por el contrario, porque a los chinos les gustaban los pechos femeninos pequeños,  envolvían la parte superior de su cuerpo con apretados vendajes parecidos a camisas de fuerzas, para que no les crecieron.

Y una tribu de África se cuelga pesos en los senos para que se estiren y descuelguen hasta parecer preservativos mal rellenados.

Seguir modas más o menos dolorosas no es cosa moderna, como demuestran estos terribles ejemplos. La cirujía moderna ha favorecido muchísimo, tanto a las mujeres como a los hombres, pues en la actualidad, estos objetos de deseo son muy plurales y abarcan los dos géneros.

(Copyright Andrés Fornells)