HABLANDO DE LA SUERTE (MICRORRELATO)
HABLANDO DE LA SUERTE
Que nadie me hable de la no existencia de la buena o de la mala suerte. En casa solo teníamos un paraguas. Los días que amenazaba lluvia mi hermano Jaime y yo nos disputábamos, a cara o cruz, el derecho a utilizarlo para ir al instituto sin mojarnos por el camino, pues viviamos en el campo y no podíamos protegernos debajo de cornisas o de toldos de tiendas. Los días que yo ganaba poder usar el paraguas, terminaba el día sin haber caído una sola gota; los días que mi hermano Jaime ganaba poder emplearlo, yo terminaba esos días empapado hasta los huesos. ¿Existe o no existe la buena o la mala suerte?