ESTABA CON UNA MUJER EN UNA CAMA Y NI LA UNA NI LA OTRA ERAN LA SUYA (RELATO)

ESTABA CON UNA MUJER EN UNA CAMA Y NI LA UNA NI LA OTRA ERAN LA SUYA (RELATO)

ESTABA CON UNA MUJER EN UNA CAMA Y NI LA UNA NI LA OTRA ERAN LA SUYA
(Copyright Andrés Fornells)
John Potato cogió una borrachera de campeonato. Una borrachera de esas que, cuando despiertas lo haces con una resaca de caballo y no te acuerdas de nada de cuanto hiciste el día anterior. John Potato despertó de una de esas borracheras con resaca de caballo no acordándose de nada del día anterior y teniendo a su lado la mujer más fea que él había visto en toda su vida y eso que había visto unos cuantos miles de ellas. empezando por su nada cariñosa ni pacífica suegra.
John Potato cerró los ojos y como era creyente, pidió al santo de los objetos perdidos que a ella la devolviera al lugar de donde había salido y a las personas que la habían perdido, se habían deshecho de ella, o lo que fuera.
Pero el santo de los objetos perdidos nunca sabremos si fue porque estaba sordo ese día, había cogido vacaciones o se había vuelto protector de los menos guapos del universo, pues, cuando John Potato abrió los ojos de nuevo, aquella mujer no solo seguía a su lado, sino que mirándolo con ojos arrobados le dijo:
—Ay, chatín, ¡precioso! ¡Nadie de este mundo ha sabido hacerme tan feliz como me has hecho tú! A mí no me despega, no me desaloja de tu lado nadie, ni empleando todo el ejército de los Estados Unidos al completo, portaviones incluidos.
A John Potato, el horror que experimento le puso los pelos como escarpias y la primera idea salvadora que se le ocurrió fue abrir la puerta y largarse. Corrió hacia la puerta y la encontró cerrada con llave y esta llave no estaba a la vista. Entonces decidió escaparía por la ventana. Pero ocurre que, en Nueva York, no hacen edificios de seis o siete plantas como en la retrasada y modesta España, sino que son tan exagerados, que los hacen de ciento y pico. Mas concretamente, el apartamento donde despertó John Potato con una hembra horrorosa a su lado estaba situado en la planta 113.
¿Qué diréis vosotros que hizo John Potato para dejar atrás a aquella mujer que cada vez que él la miraba a la cara le producía incontinencia?
Los más fantasiosos, los sobrados de imaginación, los que siempre encontráis una salida a todo, os lo habéis figurado enseguida, ¿verdad?
Exactamente: John Potato se convirtió en pájaro.