EQUIVOCACIÓN (MICRORRELATO)
Te equivocaste conmigo. Lo siento aunque el error fue tuyo, no mío. Y ahora me odias porque no soy el que pensabas que yo era, ni era el que tú querías que yo fuese. Te habría ido mejor conmigo, de haber intentado conocerme mejor. Pero no te tomaste la molestia. Lo fácil es culpar, lo difícil, comprender.
Te di una rosa. Te pinchaste con sus espinas y me culpaste de ello. Lo que te ocurrió no fue culpa mía, ni culpa de la rosa, sino culpa de tu ignorancia sobre esta maravillosa flor. Cojamos los dos caminos que antes nos acercaron y ahoras nos distanciaran. De este encuentro nuestro hemos ganado experiencia. Y de eso se trata, de aprender, Suerte. ¡Adiós!